El gobierno estadounidense se mostró a favor de discutir esos dos temas durante la Cumbre de las Américas, en Cartagena, el próximo fin de semana. Aclaró que respetarán la posición de otros países frente a La Habana.
El embajador estadounidense en Colombia, Michael McKinley, indicó que ambos temas se agregaron a la agenda de la sexta reunión de jefes de Estado y de Gobierno del continente, que tendrá lugar el sábado 14 y el domingo 15 de abril en la ciudad colombiana.
"Estamos más que dispuestos a hablar de estos temas, pero el hecho es que (el presente) es un momento importante en la relación del hemisferio con el mundo y se debe celebrar este momento", sostuvo en una entrevista con la cadena Caracol Radio.
"Siempre hemos estado dispuestos a hablar de las políticas que seguimos en relación con temas controversiales", insistió el embajador, para quien el gobierno de Barack Obama realizó, desde 2009, un esfuerzo grande y exitoso de redefinición de sus relaciones con América Latina.
En este sentido, McKinley dijo que los Estados Unidos respeta la política de otros países del continente hacia Cuba, pero defendió al mismo tiempo que la suya hacia el Estado caribeño es "la correcta en términos de cómo manejar la situación dentro" de la isla.
"En términos de nuestra relación bilateral, nuestro enfoque, nuestro objetivo a través de los años ha sido apoyar al pueblo cubano en su deseo para tener una evolución democrática dentro del país, y nuestra política está dirigida a ese objetivo en su totalidad", puntualizó.
En cuanto a la participación cubana en cumbres como la de Cartagena, McKinley observó que en 2001 se alcanzó un consenso en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que establece con claridad que sólo los países democráticos pueden estar presentes en este tipo de reuniones hemisféricas.
Colombia, como anfitrión, superó por la vía diplomático un amague de los países del ALBA de no asistir a la Cumbre si no se invitaba a Cuba, por iniciativa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien decidió no acudir a la cita cartagenera.
En cuanto a la lucha antidrogas, McKinley destacó la importancia de pasar revista a los cuarenta años que cumple la guerra contra las drogas y al impacto del narcotráfico en la seguridad de México y Centroamérica.
"Nosotros reconocemos que este debate es importante, reconocemos que muchos países sufren y tienen que seguir la mejor forma de combatir el flagelo", admitió el diplomático e indicó que su país, por ser consumidor, tiene una gran responsabilidad en este problema.
En los Estados Unidos "no le tenemos miedo a la discusión y sé que se va a plantear de una forma muy seria y muy constructiva", dijo.
Sin embargo, señaló que el combate antidrogas "ha tenido grandes éxitos" y que las políticas que se siguen contra el narcotráfico son las importantes.
Fuente: EFE
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