Una mujer de 27 años de edad recibió una sentencia leve, comparada con la falta cometida por la referidad mujer.
El juez tras Terry Martin escuchara el ruego de la mujer, le aplicó una probatoria la cual aún se desconoce y le perdonó ir a la cárcel, pese a ser encontrada culpable de "bestialidad" en el trato con animales.
Jenna Driscoll, originaria de Brisbane, Australia, tenía en su teléfono celular las
pruebas que la incriminaron.
En octubre de 2014, la policía halló en su
smartphone videos de sus reiterados abusos contra el animal doméstico.
Sin embargo, el magistrado encontró que la mujer fue impulsada por su novio, quien encontraba en ello un placer que lo excitaba.
Durante la requisa al smartphone de Disccoll, se pudo ver a la acusada y al pitbull, sosteniendo relaciones sexual.
Martin, explicó que la conducta se produjo "en el contexto de que su
compañero buscaba ser excitado al mirar semejante acto atroz. Pero usted
fue partícipe voluntaria en los actos de coito con el perro" manifestó el juez.
Los cargos contra Driscoll surgieron de casualidad.
Los oficiales la
investigaban por supuesta comercialización de marihuana y se dieron con esa
prueba inesperada.
En una de las declaraciones que la joven realizó a uno de los
psiquiatras que la examinó, Driscoll, se mostró arrepentida por su
experiencia sexual "repulsiva", tal como la describieron en la corte.
Por otro lado, la mujer de 27 años dijo: "Esto arruinó mi vida. Estoy muy arrepentida por lo que hice".
James Godbolt, abogado de la mujer, explicó, además, que la vida de la
joven fue una pesadilla. Tuvo una niñez disfuncional y la relación que
mantuvo en los últimos seis años tampoco fue la apropiada Driscoll, se siente tan avergonzada.
En una corta explicación llamó la atención del juez Martin. "Debe
ser una reflexión triste que la bestialidad trae más publicidad que el
delito serio de traficar cannabis".
Driscoll fue hallada culpable de
este crimen y fue sentenciada a dos años y medio de prisión en suspenso.
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