viernes, 16 de marzo de 2012

Cero elecciones en mayo la República Dominicana debe declarar banca rota y moratoria para que Naciones Unidas y la OTAN gobiernen por diez años

Por Dr. Frank Peña 

En 1844, Juan Pablo Duarte y su partido La Trinitaria terminan con la dominación haitiana (1822-...1844) y declaran el Este de la isla como República Dominicana. 

¡Nació, según los libros, la independencia! Pienso que durante 168 años los dominicanos hemos vivido aturdidos, dentro de una burbuja, durmiendo un largo sueño. 

Creyendo en un fantasma. Dando fe que Duarte y sus amiguitos, a mitad del siglo XIX, fundaron una República independiente. Un país capitalista en el mar de El Caribe o Las Antillas Mayores, como Inglaterra, Holanda, Estados Unidos, Bélgica, Alemania, y Francia. 

Y, ésa leyenda duartiana, ése cuento tipo Cenicienta, tiene fuerza porque la dominicana es una sociedad, en gran medida, de personas ingenuas, sin intelecto, sin tradición académica, y ¿por qué no decirlo? de tontos.
¡Lo planteado y afirmado por Duarte es locura, delirio, paranoia, absurdo teórico, táctico, y político! 

Porque sólo a un demente, a un alucinado, se le ocurre, en un territorio sinónimo de miseria, que era colonia española olvidada en 1822, y sirviente de Haití durante 22 años (1822-1844), fundar una nación, sociedad, economía, y Gobierno capitalistas. 

 Duarte, habiendo estudiado en España, y en New York, Francia, y Alemania, lugares despegando hacia la etapa industrial del capitalismo con dos fuertes clases sociales, burguesía y obreros asalariados, no podía, en las reuniones secretas de La Trinitaria, salir con el chiste de que independizado del yugo haitiano, su grupo fundaría en el Este una nación burguesa, tipo Revolución Francesa, nombrada República Dominicana. 

Duarte, representante de la capa más baja de la pequeña burguesía, torpemente quiso fundar una nación capitalista, industrial, con el Gobierno y su sistema de la Democracia Representativa. 

 Gobierno dividido en cuatro poderes del Estado: Ejecutivo o Presidencial, Legislativo, Judicial, y Municipal; todos fruto del voto si no directo por delegados o indirecto. Lo de Duarte, en Ciencia Política, era una niñada. 

¿Cómo podía él alucinarse a tal grado? Pensar en una República independiente sin existir una clase burguesa. Desde el Descubrimiento en 1492 hasta 1844, en el Este, el territorio hoy dominicano, nunca se vio un humano parecido a un burgués. 

No habiendo clase burguesa, no podía existir una industria, una fábrica o factoría criolla, por ejemplo, con 20 empleados, obreros, o proletarios asalariados.

 Duarte, sin ser teórico político. Teniendo una oscuridad total de la Sociología de su pueblo, pues no era el cubano Martí, ni el dominicano Bonó, o Máximo Gómez, es, en parte, responsable de los grandes males del pueblo dominicano; él sabía que las tropas haitianas al dejar a los dominicanos libres en 1844, sólo dejaron en la Hacienda Pública 6,068 pesos fuertes; y con ése capital no se podía soñar con un Gobierno capitalista. 

Pero, Duarte despertó y comprendió que no había ni sombra de burguesía cuando Pedro Santana resultó el primer Presidente de la naciente República, pues representaba el sector de clase social que sí mandaba en la sociedad de entonces: la clase hatera, los dueños de fincas ganaderas, quienes, como caudillos, podían formar sus ejércitos con campesinos que dependían de sus amos o les debían favores. 

No habiendo burguesía, proletariado, un Gobierno central que dominara todo el territorio del país, un Ejército Nacional, sin carreteras que unieran la Capital con todos los puntos cardinales, existiendo en las regiones caudillos con sus Gobiernos, aduanas y tropas de campesinos particulares, y el hatero Pedro Santana instalado como Presidente, Duarte pasó a ser una figura sin importancia en el escenario político y fue a morir tuberculoso en la selva del Orinoco, Venezuela. 

 El Gobierno dominicano, para sobrevivir su primer año (febrero-diciembre de 1844), tomó prestados a comerciantes establecidos en el país 12,000 pesos fuertes, y 95,591 pesos nacionales devaluados. 

 El tipo de independencia de Duarte, pues, fue un absurdo teórico; y ésa nación o República independiente fantasma es un mal o fracaso que nos persigue hasta el hoy, hasta el 2012. Fundando una ficción de República capitalista en 1844, sin existir la economía y las clases sociales desarrolladas para dicho proyecto, sin la presencia de una infraestructura básica como puentes, ferrocarriles, carreteras, y un Ejército Nacional que diera seguridad al político de permanecer el Palacio Nacional, y no estar bajo el capricho de caudillos locales, Duarte creó las condiciones materiales y emocionales para que los políticos dominicanos, desde 1844 al 2012, nunca pensaran en Programas de Gobierno para el Desarrollo Nacional Honrado. 

Como la ficticia República surgió en medio de la pobreza, los políticos, desde 1844 a la fecha, para hacerse ricos rápidamente han usado el mecanismo más fácil: negociar préstamos internacionales a nombre del Estado dominicano, y repartirse el botín entre los líderes del partido de turno en el Palacio Nacional. 

El cinco veces Presidente, Buenaventura Báez, en 1869 negoció un préstamo con el banco "Harmont & Co.", de Londres, con éstos términos: 

1- Monto 420,000 libras esterlinas. 

2- Período de pago, 25 años. Capital e intereses a pagar, un millón y medio de libras esterlinas. 3- Garantía, los impuestos de las Aduanas Dominicanas. 

4- El Gobierno dominicano firmó bonos o pagarés por un millón y medio de libras. En 1870, el Gobierno recibió de "Harmont & Co." 38,095 libras esterlinas como primera entrega (y única) del préstamo de 420,000. Como Báez negociaba anexar el país a los Estados Unidos rompió, verbalmente, el contrato de préstamo con los banqueros "Harmornt & Co.".

 Pero, misteriosamente, dejó firmados los pagarés por el monto de las 420,000 libras esterlinas. ¡Ahí nació la raíz de todos los robos al Estado dominicano por medio de préstamos extranjeros, y de la Primera Invasión Norteamericana 1916-1924! De 1882 a 1899, el dictador Lilís fue Presidente tres veces. 

 El sello de sus Gobiernos era tomar dinero prestado con mafiosos extranjeros, o fabricar dinero sin valor. La firma bancaria holandesa "Westendorp & Co." se convirtió en la base económica de su regímenes; le prestaba frecuentemente. 

 En 1889, Lilís firmó con la "Westendorp & Co." un préstamo que llevaría la nación directamente a la primera Intervención Americana. Veamos ése préstamo: 1- Suma prestada, 770,000 libras esterlinas. 2- Pagadero en 30 años; interés anual 6%.

 3- El préstamo "Harmont & Co." de Londres, de 1869, por valor de un millón y medio de libras esterlinas de 1869, firmado en bonos por el Gobierno de Báez, por el cual en 1870 sólo se recibió 38,095 libras, sería cobrado por la "Westendorp & Co.". 

4- La burocracia de traspasar la deuda "Harmont & Co.", de Londres, a la "Westendorp & Co.", de Holanda, trabajo profesional de 42, 860 libras esterlinas sería pagada por el Gobierno dominicano. 

5- Garantía del préstamo "Westendorp & Co." y "Harmont & Co.", las Aduanas dominicanas dirigidas por empleados holandeses, pagados por el Gobierno (3,000 pesos fuertes). 

6- División de las entradas de Aduanas: 30% para la "Westendorp & Co." y 70% para el Gobierno. 

7- Al final, el Gobierno de Lilís, del préstamo de 770,000 libras esterlinas apenas recibió 151,660. ¡Un atraco! A fines de 1904, Inglaterra, Bélgica, Italia, Alemania, España, Holanda, dejan ver sus barcos en las costas para exigir que el Gobierno dominicano pague deudas a sus ciudadanos. 

 Por eso, el Presidente americano Roosevelt ordenó averiguar cuál era la deuda total del Gobierno, y en febrero de 1905 era ésta: 27,005,448.81 libras esterlinas en deuda extranjera, y 5,890,222.23 como deuda interna. 

Un total de 32 millones 896,078 libras. En febrero de 1906, la deuda subió a 40 millones 269,404 libras. En 1907, el Presidente americano Roosevelt y el dominicano Ramón Cáceres acordaron una Convención Domínico-Americana con éstos puntos clave: 

1- El Estado dominicano declarado en bancarrota, incapaz de gobernarse a sí mismo, y queda bajo protección del Gobierno americano. 

 2- La deuda sería manejada por el Presidente de EE.UU. 

 3- Los impuestos serían recaudados por el Gobierno americano. 

4- El dinero se repartiría así: 40% para el Gobierno dominicano, 60% para EE.UU. afrontar la deuda extranjera. 

5- El Gobierno dominicano no podría crear ni eliminar impuestos, ni negociar préstamos, sin consultar el Gobierno americano. 

 6- En caso de guerrillas e inseguridad, el Gobierno norteamericano podrá intervenir militarmente el país para proteger los intereses y los funcionarios norteamericanos (La base legal de la primera Invasión Americana en Santo Domingo en 1916, pues el caudillo Desiderio Arias, en 1916, trató de derrocar al Presidente Juan Isidro Jiménes) Desiderio Arias levantado en armas, Estados Unidos desembarcó sus marines en 1916, y comenzaría un período de Gobierno Militar Americano de 8 años, de 1916 a 1924, con un Gobernador militar como máxima autoridad. 

Se esperaba, por la Convención de 1907 y por estar las Aduanas y el cobro de los impuestos en manos de un Receptor yankee, que la economía nacional se manejaría con limpieza y pararía la hemoragia de tomar dinero prestado a costa del Estado.

 ¡No fue así! El primer Gobernador H. S. Knapp, en 1916, de inmediato solicitó al Departamento de Estado y al Departamento de Marina que se consiguiera un préstamo de 5 millones de pesos oro para obras públicas. 

Parte del dinero de los empréstitos caían en los bolsillos de militares corruptos, con cargos elevados en la isla, como Arthur H. Mayo, Director del Departamento de Hacienda y Comercio. 

 De 1919 a 1921 vemos al Gobernador y Almirante Snowden negociando con cabilderos del Departamento de Estado, y el Congreso de Washington, y la Marina, para conseguir aprisa mucho dinero prestado supuestamente para obras públicas en República Dominicana. 

En junio de 1921 logró 2,500,000 dólares con los banqueros “Equitable Trust Company” de Nueva York. El junio de 1921 llegó el nuevo Gobernador Robinson, e iniciando el 1922 tenía aprobado por el Departamento de Estado un préstamo de 10 millones de dólares; la primera remesa de 6,700,000 la recibió en marzo, a 20 años de plazo y un interés de 5½%. 

El Gobierno Militar Americano de 8 años, y el dirigido por el corrupto Horacio Vázquez, quien extendió su Mandato de 4 años a 6 (1924-1930), continuaron el carnaval de préstamos y emisión de bonos sin valor, y entregaron a Rafael Trujillo en 1930 un Gobierno y una nación en ruinas, con una deuda que lucía impagable. 

Pero, Trujillo era un hombre disciplinado, con mente de burgués. Tenía una idea clara de lo que es eliminar la vagancia de un pueblo, aunque sea a base de sangre y fuego, hacer producir ordenadamente la tierra, ríos, mares, minas y bosques. 

Tenía muy claro en su mente que el desarrollo de una nación o una clase social no depende de tomar dinero prestado a nombre del Gobierno y robárselo, sino produciendo riquezas nacionales, fundando fábricas, creando empleos, acumulando capital y no enviarlo a cuentas extranjeras, sino reinvirtiendo el capital en la Patria. 

 De 1930 a 1961, Trujillo hizo lo que no logró siquiera el ideólogo de la nación, Duarte. Creó el verdadero Estado dominicano, el Peso Dominicano, y el Primer Banco Dominicano. En 1940, con el Tratado Trujillo-Hull recuperó el control de las Aduanas. 

En 1947, con un cheque de 9,271,855.55 pesos oro dominicanos pagó la deuda total del Estado dominicano, y en ése instante ha sido la única vez que la República Dominicana ha tenido una real y fugaz independencia. Estimados lectores, muerto a tiros Trujillo en 1961 por individuos más criminales y antipatriotas, como Antonio Imbert Barrera, llegó la “democracia” balaguerista, perredeísta y peledeísta. 

 De 1844 hasta el 2004, o fin del Gobierno de Hipólito Mejía, un período de 160 años, el Estado dominicano acumuló una deuda de unos 9 mil millones de dólares. 

Pero, añadiendo los dos últimos Mandatos del Presidente Leonel Fernández (2004-2012), el país tiene una deuda de unos 25 mil millones. ¡Esa es una maldad; un crimen de Estado! Con el PRD y el PLD, esa enorme deuda nunca se pagará. 

Aumentará con los años. Ambas agrupaciones ya no son partidos, sino mafias, grupos de delicuentes que se turnan en el Palacio para repartirse los impuestos y los préstamos internacionales. 

Yo propongo lo siguiente: Que todos los sectores de la nación que no tengan compromisos partidarios. 

Que comen, visten, compran sus medicinas, pagan la educación de sus hijos, que ejercen sus profesiones dignamente, que actúan, miden sus pasos, y analizan la sociedad y los problemas nacionales y los padecimientos de las grandes masas del pueblo dominicano con deseos de un mejor futuro para todos, para el rico honrado y para el trabajador que no encuentra un empleo. 

 Que todas las personas de pensamiento noble, que le duela el país y su gente habrienta, que organicen un solo Movimiento Nacional e Internacional, como el que llevó al primer Presidente negro a la Casa Blanca, usando el Internet sabiamente, barrió el piso con el Candidato Republicano de la vieja guardia y en pocos días recogió más de dinero.

 Hay que organizar un sistema de propaganda a la velocidad de la luz, para denunciar ante el mundo que las Elecciones Presidenciales del próximo 20 de mayo en República Dominicana deben ser suspendidas, porque los dos principales Candidatos y Partidos, el que sea, el que salga ganador, irá al Palacio a robar y a endeudar más el Estado. 

Debemos solicitar que se anulen las Elecciones de Ladrones del 20 de Mayoy del 2012, y que la República Dominicana sea gobernada por un Equipo de Profesionales Extranjeros de los 5 continentes, escogidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o Grupo de las Potencias, respaldado por un Ejército de los Aliados luego de la Segunda Guerra Mundial, la OTAN. Quedando el Congreso, las fuerzas Armadas y la Policía Dominicana eliminados.

 Ese Gobierno podría llamarse Gobierno Dominicano Internacional o de la ONU, con una duración mínima de 6 años y hasta 10. 

Con el respaldo de la ONU y la OTAN, podría renegociar la deuda para lograr con ciertos Gobiernos y bancos llevar ciertas cuentas a cero, revisar todo contrato dudoso y anularlo, declarar una moratoria, es decir, no pagar por 10 años y sin que corran intereses, investigar a todos los funcionarios públicos, líderes y contratistas para tratar de recuperar todo tipo de robo al Presupuesto, y hasta metar en la cárcel un montón de gente, etc. 

¡Esto es una simple idea, que alguien con más experiencia en política y partidos podría darle forma de manera rápida antes del 20 de mayo y trabajar en cadena en Internet; Obama no era NADIE, y en meses se metió en la Casa Blanca usando estudiantes y computadoras y teléfonos celulares! .
 

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