Los senadores Cory Booker y Bob Menéndez quieren reunirse con funcionarios argentinos para discutir si su compañía petrolera estatal está tratando de evitar pagar una porción sustancial de la limpieza del río Passaic por 1,38 mil millones de dólares.
En una carta enviada el viernes al embajador argentino Martín Lousteau, los dos pidieron garantías de que la empresa, YPF SA, pagará su parte de una de las limpiezas de desechos tóxicos más caras en la historia de los Estados Unidos.
Una filial de YPF SA en el gancho por una parte sustancial de la limpieza declaró la quiebra poco después de que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos anunció la limpieza masiva.
"Esta declaración de quiebra dejó a muchos en Nueva Jersey con preocupaciones sobre el papel de YPF en los procedimientos de quiebra, y si la presentación está motivada por un deseo de evadir la responsabilidad de limpieza ambiental", dice la carta. La carta también fue firmada por el senador Chris Coons, D-Delaware.
La carta es más diplomática que una resolución bipartidista aprobada el jueves por el Senado estatal que alegó que YPF SA despojó "miles de millones de dólares en activos de Maxus dejándolo incapaz de cumplir con sus obligaciones de Superfund para el sitio Diamond Alkali".
La resolución estatal pide al Fiscal General de los Estados Unidos y al Fiscal General de Nueva Jersey que investiguen cualquier posible violación de las leyes federales o estatales por parte de YPF SA y Maxus.
YPF SA ha desestimado las alegaciones, pero no ha explicado la declaración de quiebra.
La empresa dijo que Occidental Chemical, de Texas, otra empresa involucrada en la limpieza, está tratando de cambiar su carga sobre la empresa argentina.
YPF SA y Occidental son una de las más de 100 empresas en el gancho para la limpieza.
Pero las compañías pagarían probablemente una parte grande porque heredaron la responsabilidad de los contaminadores más conocidos del río de Passaic.
YPF SA es la sociedad matriz de Maxus Energy.
Una subsidiaria de Maxus era propietaria de la planta Diamond Alkali en Newark, que bajo diferentes propietarios descargó la dioxina causante de cáncer en el Passaic hace medio siglo, mientras fabricaba el infame Agente Naranja desgrasante de la era de Vietnam.
Maxus se declaró en bancarrota en junio de 2016 tres meses después de que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos anunciara la limpieza de $ 1,38 mil millones, según los registros judiciales.
El plan de limpieza de la EPA requiere 3,5 millones de metros cúbicos de sedimento atado con dioxinas, PCB, mercurio y otra contaminación industrial causante de cáncer, que serán extraídos de las ocho millas más bajas del río desde la bahía de Newark a Belleville.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha presentado una demanda ante el tribunal de bancarrota de Delaware, diciendo que la EPA tiene derecho a ser pagada por la responsabilidad de la compañía con la limpieza del río Passaic.
"Después de décadas de contaminación, la comunidad que rodea el Río Passaic merece una reparación completa e integral y cada parte responsable debe ser responsable de pagarla sin más demora", dice la carta de Booker y Menéndez.
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