martes, 10 de mayo de 2016

El playboy de Manhattan Donald Trump y su pasado escandaloso podría condenarlo

El escandaloso pasado del magnate Donald Trump, que intenta dejarlo atrás para la nominación presidencial de los Estados Unidos.

Trump, quien por unos 15 años participó en el show radial de Howard Stern y su amigo en el que el magnate hacía alarde de sus conquistas y su sexualidad.

Desesde donde denigraba a las mujeres y  actuaba como un machista incorregible. 

Los desenfrenados comentarios de Trump, con un lenguage lleno de palabras inapropiadas en nuestra sociedad y cargado de palabras callejeras sin sentido, se realizaba en el show de Howard Stern, desde el 1990 hasta el 2005, al parecer era parte de la imagen que el empresario cultivaba como un playboy de Manhattan, que tenía tantas mujeres, que rara vez tenía tiempo para dormir.

Era visto a menudo frecuentando los  clubs nocturnos con diferentes mujeres,  que aparecía en las portadas de la revista Playboy, escribía en sus libros acerca de las mujeres con las que estaban y de su vida sexual.

Durante década y media Donald Trump y Howard Stern, actuaron como "hermanos" de vestuario, que se golpean con toallas, calificando la parte superior e inferior de las mujeres, debatiendo acerca de si el sexo oral es o no "importante", y fantaseando sobre con quién les gustaría ir a la cama, desde Cindy Crawford hasta Diane Sawyer.

 "Pudiste haberla tenido, ¿correcto?", le preguntó Stern a Trump, al aire brevemente después de que la princesa Diana muriera en 1997.

"Pudiste clavarla", insistió. "Creo que hubiera podido", respondió el magnate. ¿Y sobre Mariah Carey? "

¿La follarías?", consultó Stern. Trump replicó: "La follaría sin dudarlo".

Esa reputación fue útil mientras Trump, entre sus 40 y 50 años, construía una marca diseñada para equiparar su nombre con el éxito y la vida de lujo.

Pero es problemático mientras Trump, hoy de 69 años, pretende lavar su pasado lleno de escándalos y moda y convertirse en una persona más moderada y como el potencial comandante en jefe y líder del mundo libre.

En tanto que Trump, promete en convertirse en "más presidencial", sus comentarios pasados contribuyeron a altos niveles de desaprobación entre las mujeres.

Los demócratas harán de su historia el centro de su campaña.

Los intercambios de Trump, con Stern, formarán parte de la campaña del candidato demócrata de Arkansas para el Senado.

 En una entrevista, Trump, intentó bajarle el tono a la significancia de su comportamiento en el pasado:

"Nunca creía que fuera a ser candidato o político, por eso podía pasarla bien con Howard, en la radio y todo el mundo lo amaba", dijo sentado detrás de su escritorio en la Trump Tower, repleto de revistas con su rostro en la portada. "Podía decir lo que quería cuando era un emprendedor, un hombre de negocios".

 También dijo, que su trabajo lo consumía tanto que él no tenía la libido que parecía en los medios.

"La gente se sorprendería de que mi vida es mucho más simple de lo que piensan", dijo Trump, mientras sostenía una Diet Coke en un vaso de plástico.

"Se sorprenderían de que mi vida es mucho menos glamorosa de lo que creen, incluyendo cada historia sobre supermodelos".

Intentó explicar que los medios sobredimensionaron su vida personal. Pero está claro que Trump, jugó un papel clave en la percepción que generó en la sociedad.

En su libro más vendido escribió que una cantidad de mujeres pretendían una cita con él. "Si dijera las historias reales de mis experiencias con las mujeres, algunas que parecían muy felizmente casadas e importantes, este libro sería un best-seller garantizado (¡igualmente, lo será!)".

Después de su separación pública con su primera esposa, Ivana, en 1990, Trump, conseguía más atención de los medios por sus citas que por sus acuerdos empresarios.

Desde entonces hasta 2005, cuando se casó con su tercera y actual mujer, Melania Knauss, la vida social de Trump aparece en los tabloides.

Durante ese tiempo tuvo un segundo y turbulento matrimonio con la concursante de belleza Marla Maples, quien fue citada en la portada de The New York Post, hablando sobre el empresario:

"El mejor sexo que haya tenido".

 Donald Trump y su amigo, el conductor Howard Stern, en 1993.

Era el día de su boda con Marla Maples, quien había declarado que tuvo con el magnate "el mejor sexo de su vida".

Entre sus matrimonios, una gran cantidad de celebridades, incluyendo Madonna y Kim Basinger, fueron indicadas como mujeres que persiguieron a Trump, aunque ellas lo desmintieron.

Toda esa atención diferenciaba a Trump, del resto de los desarrolladores del real estate.

Socios de largo tiempo revelaron 'bajo la condición de anonimato' que Trump, quería verse rodeado de jóvenes y atractivas mujeres.

Cuando hacía fiestas en su mansión de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, les pedía a sus amigos de agencias de modelos que le enviaran mujeres que estuvieran alrededor de su piscina y en su limousine.

Después de comprar el concurso Miss Universo en 1996, Trump, fue visto por la audiencia nacional en un mar de participantes en trajes de baño y tacones altos.

¿Cuán populares somos?", dijo Roger Stone, un publicista político que conoce a Trump, desde hace décadas, recordando las fiestas de Palm Beach.

"Estaba feliz de ser invitado. Era genial".
Los propios comentarios de Trump, se basaban en su libido. Cuando en 2004 fue consultado por la revista Playboy sobre Viagra, contestó:

"Nunca la necesité". Y prosiguió diciendo que lo que en verdad necesitaba era un "anti-Viagra, algo con el efecto opuesto".

"No estoy jactándome", se jactó. "Sólo soy afortunado". Trump ascendió como una figura popular cuando se proyectó en la televisión en 2004 con su reality show de NBC The Apprentice.

En la primera temporada, Trump, condujo a la Mansión Hefner en una limousine, rodeado de conejitas de Playboy, vistiendo orejas rosas y poco más. Con Marla Maples, durante la pelea Holyfield/Foreman en Atlantic City, el 19 de abril de 1991.

El lenguaje más vulgar de Trump, se conoció durante sus charlas con Stern, cuando ambos criticaban el look de las mujeres. "Su cirugía de senos, terrible. Parecen dos postes de luz saliendo de su cuerpo".

"Alguien que tiene el pecho muy plano es difícil que sea un 10". Stern tenía una gran audiencia nacional y se hizo de una reputación haciendo preguntas llenas de colorido, como la siguiente hecha a Trump: "¿El sexo oral es importante para ti?".

"No, no es importante para mí". En una entrevista con The Washington Post, Trump, dijo que Stern es un buen amigo, "un muchacho realmente bueno y muy distinto cuando le sacas el micrófono".

Stern no quiso hacer comentarios.
Con la nominación del Partido Republicano más cerca, Trump, ha proyectado más una imagen familiar para un presidente, la de un hombre de familia.

Sus hijos, particularmente los más adultos, están constantemente con él, en la campaña.

Su hija Ivanka, de 34 años, vicepresidente ejecutiva de Trump Organization, es la estrella de varios avisos alrededor del país en los que dice que su padre le decía que no sería nadie 'como sus hermanos' si no trabajaba duro. Hace poco, Trump, vendió su franquicia de Miss Universo.

Dijo su récord en promover a mujeres a los altos cargos ejecutivos en su negocio es más importante que sus comentarios del pasado.

"Respeto mucho a las mujeres", dijo. Consultado acerca de su obsesión acerca del look de las mujeres, Trump, respondió que era "mucho menos que lo que la gente creería".

Alguien que conoció a Trump, en los 90 señaló que él no era un Casanova.

Pero que era un adicto al trabajo de ser valorado como un adicto al trabajo.

"Nunca lo escuché hablarle románticamente a una mujer", dijo Jay Goldberg, ex abogado de Trump, quien estuvo a su lado durante esos años.

"Lo escuché hablar románticamente sobre su trabajo". "Dele una barra de chocolate Hershey y dejelo mirar televisión", dijo Goldberg.

"Lo recuerdo terminado su día, yendo a su casa, no necesariamente con una mujer, sino con una bolsa de dulces... no Godiva, sino esos que compras del stand de las revistas".

Peter Osnos, quien editó el libro de Trump, The Art of the Deal en 1987, dijo que el magnate "cultivó la celebridad", pero que "su estilo de vida era sorprendentemente poco glamorosas".

"Es tan disciplinado en ciertos modos", indicó. "No fuma, no bebe". Donald Trump y Megyn Kelly, la conductora de Fox News con quien mantiene una dura pelea.

Trump, comenzó su esfuerzo por cambiar su imagen en las mujeres, cuando se reencontró con su amigo Stern al aire.

El conductor le consultó acerca de su disputa con la periodista de Fox News Megyn Kelly. Ella le había preguntado a Trump, acerca de sus palabras negativas sobre las mujeres, a quienes llamó "cerdas gordas", "perras" y "haraganas". Fuente: Washington Post
 

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