El mandatario de los Estados Unidos presentó los retratos oficiales de su antecesor y su esposa, Laura. "Quizá tengamos opiniones políticas diferentes, pero la presidencia trasciende estas diferencias", afirmó.
Barack Obama privilegió el consenso y olvidó por un día las usuales críticas a la gestión de George W. Bush. Tras reconocer las distintas posturas, resaltó: "(Lo importante es que) todos amamos a este país. Todos queremos que los Estados Unidos salgan adelante".
El líder demócrata no pierde oportunidad de subrayar que heredó una situación económica catastrófica a su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero de 2009, pero este jueves prefirió hacer hincapié en el esfuerzo del gobierno anterior para que "la transición se hiciera de la mejor manera posible".
"Siempre estaré agradecido por esto", aseguró Obama a Bush, a quien caracterizó como alguien que "transmitió una resolución y una fuerza extraordinaria" a los estadounidenses desde las ruinas de las Torres Gemelas poco después del atentado del 11 de septiembre de 2001.
"Dicen que no se puede entender realmente lo que es ser presidente antes de sentarse detrás del escritorio y de sentir el peso de la responsabilidad por primera vez. Es verdad", agregó Obama para quien, "ninguna decisión es fácil, ninguna elección es gratuita", en este puesto.
El actual mandatario también hizo espacio para agradecerle a Bush, en tono de broma, por haberle dejado "un buen paquete de canales deportivos".
El retrato de Bush permanecerá en las paredes del vestíbulo de la residencia ejecutiva, donde ya se exhiben los de algunos presidentes del siglo XX, desde John F. Kennedy hasta Bill Clinton.
El texano bromeó sobre los desacuerdos políticos con su sucesor demócrata, quien no escatimó en críticas durante su campaña 2007-2008, en particular sobre la decisión de invadir Irak.
"Estoy feliz, presidente, ya que ahora usted podrá mirar mi retrato cuando se pasee por estas habitaciones y tenga que tomar decisiones difíciles, y preguntarse, '¿Qué habría hecho George en mi lugar?'", lanzó Bush socarronamente.
Desde que dejó la Casa Blanca en medio de la peor crisis económica que vivió el país desde los años 70, con una bajísima popularidad, Bush se mantuvo al margen del debate político, a excepción de su queja por el alza de impuestos a las personas más ricas que propone Obama. Fuente: AFP






+1.jpg)








0 comments:
Publicar un comentario