El estrés crónico obstaculiza el funcionamiento de la glándula suprarrenal, lo que puede debilitar el sistema inmunitario y causar enfermedades.
Si bien el fin último es identificar el motivo de ansiedad, existen hierbas que ayudan a bajar “revoluciones” cuando los nervios apremian
Las hierbas son maravillosos aliados en tiempos de estrés, aunque siempre es recomendable identificar la causa subyacente de la ansiedad y no depender de hierbas sedantes.
A continuación, algunos consejos para enfrentar el ritmo y las exigencias de la vida actual sin dañar la salud.
Té de manzanilla y Hierba Gatera
La manzanilla y la hierba gatera son relajantes y un poco sedantes.
Con 250 mililitros de agua hirviendo y 1 cucharadita de manzanilla seca + 1 cucharadita de hierba gatera seca podrá hacerse un té con grandes propiedades.
Eche el agua hirviendo sobre las hierbas, deje remojar durante diez minutos y cuélelas. Endulce con miel, si lo desea, y tome tres tazas al día.
Coma bien para protegerse del estrés
Las glándulas suprarrenales son parte del sistema endócrino. Desempeñan un papel clave regulando la respuesta del organismo al estrés. Evite alimentos difíciles para ellas, en particular: cafeína, azúcar y alcohol.
Nutrientes de importancia para la salud de esas glándulas son: vitamina C, ácido pantoténico (vitamina B5), vitamina B6, magnesio y zinc.
La vitamina C está en muchas frutas y verduras, como melón, brócoli, pimientos morrones, naranjas, frutos rojos.
Son ricas fuentes de ácido pantoténico el maní, los huevos, el pollo, los hongos, el salmón y el yogur. Las lentejas, porotos de soja, la trucha, el atún y las bananas son buenas fuentes de vitamina B6.
Hay zinc en la calabaza, porotos negros, ostras y los mejillones. Son alimentos ricos en magnesio las almendras, el trigo, el tofu y las arvejas.
Complementos para combatir el estrés
Muchos complementos robustecen el organismo contra el estrés emocional, entre ellos el complejo de vitamina B (tome 50 miligramos dos veces por día), que da apoyo a las glándulas suprarrenales y el magnesio (tome 500 miligramos al día).
También el calcio es excelente (tome 1000 miligramos al día), que tienen efectos tranquilizantes naturales.
Inhalador de lavanda
Como alivio contra el estrés y la ansiedad, ponga una gota de aceite de lavanda en un pañuelo o una tela, e inhale cuando quiera.
Mayor resistencia al estrés con ginseng
El ginseng siberiano es excelente para las glándulas suprarrenales y ayuda al cuerpo a adaptarse con mayor facilidad al estrés físico y emocional.
Compre un extracto que haya sido estandarizado con ginseng Siberia, y tome unos 250 miligramos dos veces al día.
Puede tomarlo hasta por seis semanas. Precaución: Si padece usted de presión alta, consulte a su médico antes de tomar cualquier tipo de ginseng.
Sedante de Valeriana
La valeriana es un sedante poderoso pero inofensivo, y ayuda en casos de estrés, y ansiedad extremos.
Vierta 250 mililitros de agua hirviendo en 1 cucharadita de raíz seca de valeriana y tape para evitar que se evaporen los aceites esenciales de la hierba.
Déjela en remojo diez minutos y cuélela. Trate de tomar tres tazas al día. Como la valeriana tiene un olor fuerte, tal vez prefiera tomarla en forma de pastilla o como extracto.
Tome una o dos pastillas de 300 – 500 miligramos o media cucharadita de extracto, hasta tres veces al día.
Precaución: la valeriana puede causar dolores de cabeza y espasmos musculares. No la tome de más ni durante largos períodos.
Un baño tranquilizador
Vierta aceites de lavanda, sándalo e ylang ylang para un baño tranquilizante. Las sales de Epson son ricas en magnesio, que ayuda a aliviar la tensión física y emocional.
Las medidas son: 250 miligramos de sales de Epson, 5 gotas de aceite esencial de lavanda, 5 gotas de aceite esencial de sándalo, 2 gotas de aceite esencial de ylang ylang.
Añada las sales de Epson mientras llena la bañera con agua caliente. Vierta los aceites en el baño, removiéndolos en el agua antes de meterse en ella.
Relájese profundamente en el baño al menos veinte minutos y haga más grata la experiencia con luz de velas y una bata gruesa al salir del baño.
Respire para relajarse
Hacer más lento el ritmo de su respiración les indicará a su cuerpo y a su mente que deben relajarse. Siéntese o tiéndase en posición cómoda. Respire profundamente. Exhale por completo por la boca ligeramente abierta.
Cierre la boca e inhale lentamente por la nariz mientras cuenta hasta cinco. Contenga el aliento contando hasta cinco. Y luego exhale por completo por la boca mientras cuenta hasta diez.
Hágalo todo con calma, pero que su exhalación dure el doble que su inhalación. Vuelva a inhalar y repita el ciclo hasta cinco veces. Practique al menos dos veces al día, o cada vez que se sienta tenso o angustiado.
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