¿Que papel juega la familia
en la prevención de una
drogodependencia?
La familia juega un importante papel en la detección de los consumos de drogas en alguno de sus miembros. Con ello se posibilitará un abordaje rápido, evitando que el problema llegue a tener consecuencias mayores.
La familia juega un importante papel en la detección de los consumos de drogas en alguno de sus miembros. Con ello se posibilitará un abordaje rápido, evitando que el problema llegue a tener consecuencias mayores.
¿Cualquier tipo de contacto con las
drogas implica el tener un problema?
Los hijos y las drogas Hay que señalar que no todo consumo de drogas implica necesariamente un problema. Existen diferentes formas de consumo: uso, abuso y dependencia.
El proceso de dependencia que se establece con una o varias sustancias lleva tiempo y pasa por diferentes fases en las que la frecuencia, la cantidad y las formas de consumo varían (consumos experimentales, ocasionales, habituales o compulsivos). En la mayor parte de las ocasiones el inicio de consumo no conduce a la dependencia.
¿Es adecuado registrar las pertenencias
Los hijos y las drogas Hay que señalar que no todo consumo de drogas implica necesariamente un problema. Existen diferentes formas de consumo: uso, abuso y dependencia.
El proceso de dependencia que se establece con una o varias sustancias lleva tiempo y pasa por diferentes fases en las que la frecuencia, la cantidad y las formas de consumo varían (consumos experimentales, ocasionales, habituales o compulsivos). En la mayor parte de las ocasiones el inicio de consumo no conduce a la dependencia.
¿Es adecuado registrar las pertenencias
de nuestro hijo ante una sospecha de consumo?
A menudo, en el entorno familiar se llevan a cabo registros en las habitaciones y en las pertenencias de las personas sobre las que se sospecha. Estas prácticas, responden a la necesidad de obtener información de manera rápida y fácil sobre la situación del posible consumidor.
Además de traicionar la confianza que se ha depositado en las personas que los realizan (madre o padre), confianza imprescindible si lo que nos interesa es conseguir el reconocimiento de este consumo, sin el cual no podremos actuar, provoca una pérdida en el papel de los padres como agentes educativos y por lo tanto, preventivos, ya que se supone que su condición de educador les convierte en modelos de comportamiento para los hijos.
La información que se obtiene a través de estos registros, por lo tanto, raramente se puede utilizar para analizar comportamientos y sospechas de consumo con los hijos; provocaríamos su rechazo y enfado.
Unicamente añaden más morbosidad al tema, al mantener a los padres ocupados en determinar si un día hay más cantidad o menos de la sustancia encontrada o si siguen estando determinados restos o evidencias de consumo o no, es decir, en actuaciones casi policiacas en la búsqueda de indicios y pistas.
Las personas que realizan estas prácticas, en consecuencia, están sometidas a la ansiedad derivada de cada uno de estos nuevos descubrimientos, condición no deseable para el adecuado abordaje de la situación.
SI TIENES UN HIJO O HIJA EN PROBLEMAS LLAMANOS, DISCRESION GARANTIZADA. 809-302-9203. NO LE DEJES PARA LUEGO, PUES QUIZAS AUN ESTAS A TIEMPO.
A menudo, en el entorno familiar se llevan a cabo registros en las habitaciones y en las pertenencias de las personas sobre las que se sospecha. Estas prácticas, responden a la necesidad de obtener información de manera rápida y fácil sobre la situación del posible consumidor.
Además de traicionar la confianza que se ha depositado en las personas que los realizan (madre o padre), confianza imprescindible si lo que nos interesa es conseguir el reconocimiento de este consumo, sin el cual no podremos actuar, provoca una pérdida en el papel de los padres como agentes educativos y por lo tanto, preventivos, ya que se supone que su condición de educador les convierte en modelos de comportamiento para los hijos.
La información que se obtiene a través de estos registros, por lo tanto, raramente se puede utilizar para analizar comportamientos y sospechas de consumo con los hijos; provocaríamos su rechazo y enfado.
Unicamente añaden más morbosidad al tema, al mantener a los padres ocupados en determinar si un día hay más cantidad o menos de la sustancia encontrada o si siguen estando determinados restos o evidencias de consumo o no, es decir, en actuaciones casi policiacas en la búsqueda de indicios y pistas.
Las personas que realizan estas prácticas, en consecuencia, están sometidas a la ansiedad derivada de cada uno de estos nuevos descubrimientos, condición no deseable para el adecuado abordaje de la situación.
SI TIENES UN HIJO O HIJA EN PROBLEMAS LLAMANOS, DISCRESION GARANTIZADA. 809-302-9203. NO LE DEJES PARA LUEGO, PUES QUIZAS AUN ESTAS A TIEMPO.
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