La agencia estadounidense antidroga podría regresar al país sudamericano como resultado del acercamiento entre el gobierno de Evo Morales y Estados Unidos.
Opositores bolivianos exigen que el organismo reinicie sus tareas.
Un convenio marco entre ambos países firmado en Washington para normalizar las relaciones diplomáticas luego de tres años de distanciamiento abrió, este martes, un debate sobre la pertinencia del retorno de la DEA, expulsada en 2008 de Bolivia.
El diputado opositor Wilmer Cardozo señaló que por "el acuerdo también se debe incluir el retorno al país de la agencia estadounidense y dejar de estar ofendiendo a la USAID (Oficina de Cooperación Internacional estadounidense)", acusada por el oficialismo de injerencia en asuntos internos.
Según el texto oficial, el entendimiento establece un parámetro de trabajo bajo el cual los gobiernos de Evo Morales y Barack Obama buscarán una relación "sobre la base del respeto mutuo y la responsabilidad compartida".
Este pacto "abre la posibilidad de poder plantear absolutamente el retorno de la DEA para buscar mecanismos de cooperación en el tema de la lucha contra el narcotráfico", aseguró el opositor Tomás Monasterios, diputado de la bancada de derecha Convergencia Nacional.
Sin embargo, esta eventualidad fue descartada por asambleístas del gobernante MAS (Movimiento al Socialismo).
"Espero que los Estados Unidos hayan reflexionado porque siempre utilizaron la lucha contra el narcotráfico para someter a los pueblos", reaccionó el diputado Julio Salazar.
En una posición neutral, el delegado local de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), César Guedes, celebró en declaraciones a un diario local que "estos dos países puedan mejorar sus formas de cooperación, especialmente en ese tema".
En tanto, el oficialismo y la oposición coincidieron en la necesidad de reponer la ley de promoción comercial andina creada por los Estados Unidos para favorecer a los países de la región que cumplan metas en la erradicación de la droga.
La norma fue retirada unilateralmente por la Casa Blanca tras la expulsión en 2008 de su embajador y de la DEA. Ese año también expulsó, en reciprocidad, al representante diplomático boliviano y, desde entonces, la relación bilateral se lleva a nivel de encargados de negocios. Fuente: AFP
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