Algunas bacterias aparecen por una incorrecta medicación o la mala utilización de jabones, desodorantes y perfumes en la vagina, lo que impide disfrutar de las relaciones sexuales.
Madrid - Silvia C. Capallo Cruzan las piernas, y no en señal de querer guerra. Bastante tienen con los picores que desde hace unos días les impide llevar pantalones ceñidos.
A eso se suma un olor más intenso de lo habitual, más flujo de lo corriente. Quienes se sientan identificadas con estos signos es posible que sufran acidez vaginal.
Porque la vagina es un órgano interno, por lo tanto bastante delicado, y a veces es fácil que se altere la acidez debido a ciertas infecciones no deseadas, que pueden llegar a condicionar las relaciones sexuales de la mujer, como ocurre en el caso de la práctica del sexo oral.
En realidad, tal y como explica el catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Zaragoza, Faustino R. Pérez-López, «la acidez vaginal es simplemente una consecuencia de la actividad normal, tanto de las células vaginales, como de la flora».
La acidez vaginal se mide en términos de pH, siendo los parámetros habituales en una mujer con menstruación de 3.8 a 4.5. No obstante, hay que tener en cuenta, según el catedrático, que cuando este pH aumenta, en realidad lo que sucede es que se reduce la acidez y puede ser consecuencia de una infección, pero esto no significa que todas las infecciones que se producen en la vagina alteren el pH.
Porque esta característica de la flora vaginal también puede verse alterada por otros motivos que nada tienen que ver con las mencionadas infecciones.
Otras veces el pH cambia por situaciones fisiológicas –continúa Pérez-López– como son el embarazo, el postparto, la lactancia o la menopausia».
Además de estos motivos, existen otros que también pueden alterar el estado natural de la vagina, como ocurre, según el ginecólogo-obstetra, con algunos medicamentos.
Como la vagina es un ecosistema con una microflora natural, el uso de antibióticos y otros fármacos pueden llegar a destruir esa defensa y secundariamente elevar el pH, favoreciendo las infecciones.
A estas causas, la sexóloga Rocío de Dios, del centro pedagógico Tangram de Sevilla, añade otros, como que el pH de la vagina se puede ver alterado debido principalmente a la falta de información en cuanto a la higiene sexual y genital, es decir, ciertas bacterias como los gononocos pueden aparecer por factores como son una incorrecta medicación, o de la mala utilización de jabones, desodorantes y perfumes en la vagina.
El problema suele tener fácil solución en manos de un ginecólogo, aunque a veces, según el catedrático de la Universidad de Zaragoza, la destrucción de la flora natural de la vagina sólo se puede reparar mediante el uso de fármacos prebióticos.
Síntomas
Es simple detectar si existe un problema con la acidez vaginal, puesto que los síntomas son fácilmente visibles, mal olor, exceso de flujo, picor, irritación o dolor con las relaciones sexuales» explica Pérez-López, que a su vez aclara que no se trata de reacciones al cambio del pH, sino que «aparecen como consecuencia de las infecciones añadidas.
El problema aparece por tanto, cuando estos síntomas condicionan las relaciones sexuales, bien sea porque el flujo o el olor impiden el sexo oral o porque el malestar vaginal dificulta la penetración, por ejemplo.
En opinión de la sexóloga Rocío de Dios, «en multitud de ocasiones las relaciones sexuales sufren debido a las alteraciones visibles, como el mal olor o la sequedad, que pueden generar sentimientos negativos como la vergüenza, el pudor o la ausencia de ganas de mantener una relación sexual.
Por lo que estos pensamientos deben de ser tratados por un profesional que reconduzca el deseo de la pareja».
Anticonceptivos
En todo caso, la experta también añade que «sí la infección ya se ha producido se recomienda usar anticonceptivos de barrera, preservativos, y parches de látex en caso de cunnilingus en todas las relaciones sexuales, mientras dure el tratamiento y hasta la cura total
. Asimismo, afirma que «si se llevan a cabo estas recomendaciones las relaciones sexuales podrán ser placenteras y, sobre todo, sanas.
Madrid - Silvia C. Capallo Cruzan las piernas, y no en señal de querer guerra. Bastante tienen con los picores que desde hace unos días les impide llevar pantalones ceñidos.
A eso se suma un olor más intenso de lo habitual, más flujo de lo corriente. Quienes se sientan identificadas con estos signos es posible que sufran acidez vaginal.
Porque la vagina es un órgano interno, por lo tanto bastante delicado, y a veces es fácil que se altere la acidez debido a ciertas infecciones no deseadas, que pueden llegar a condicionar las relaciones sexuales de la mujer, como ocurre en el caso de la práctica del sexo oral.
En realidad, tal y como explica el catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Zaragoza, Faustino R. Pérez-López, «la acidez vaginal es simplemente una consecuencia de la actividad normal, tanto de las células vaginales, como de la flora».
La acidez vaginal se mide en términos de pH, siendo los parámetros habituales en una mujer con menstruación de 3.8 a 4.5. No obstante, hay que tener en cuenta, según el catedrático, que cuando este pH aumenta, en realidad lo que sucede es que se reduce la acidez y puede ser consecuencia de una infección, pero esto no significa que todas las infecciones que se producen en la vagina alteren el pH.
Porque esta característica de la flora vaginal también puede verse alterada por otros motivos que nada tienen que ver con las mencionadas infecciones.
Otras veces el pH cambia por situaciones fisiológicas –continúa Pérez-López– como son el embarazo, el postparto, la lactancia o la menopausia».
Además de estos motivos, existen otros que también pueden alterar el estado natural de la vagina, como ocurre, según el ginecólogo-obstetra, con algunos medicamentos.
Como la vagina es un ecosistema con una microflora natural, el uso de antibióticos y otros fármacos pueden llegar a destruir esa defensa y secundariamente elevar el pH, favoreciendo las infecciones.
A estas causas, la sexóloga Rocío de Dios, del centro pedagógico Tangram de Sevilla, añade otros, como que el pH de la vagina se puede ver alterado debido principalmente a la falta de información en cuanto a la higiene sexual y genital, es decir, ciertas bacterias como los gononocos pueden aparecer por factores como son una incorrecta medicación, o de la mala utilización de jabones, desodorantes y perfumes en la vagina.
El problema suele tener fácil solución en manos de un ginecólogo, aunque a veces, según el catedrático de la Universidad de Zaragoza, la destrucción de la flora natural de la vagina sólo se puede reparar mediante el uso de fármacos prebióticos.
Síntomas
Es simple detectar si existe un problema con la acidez vaginal, puesto que los síntomas son fácilmente visibles, mal olor, exceso de flujo, picor, irritación o dolor con las relaciones sexuales» explica Pérez-López, que a su vez aclara que no se trata de reacciones al cambio del pH, sino que «aparecen como consecuencia de las infecciones añadidas.
El problema aparece por tanto, cuando estos síntomas condicionan las relaciones sexuales, bien sea porque el flujo o el olor impiden el sexo oral o porque el malestar vaginal dificulta la penetración, por ejemplo.
En opinión de la sexóloga Rocío de Dios, «en multitud de ocasiones las relaciones sexuales sufren debido a las alteraciones visibles, como el mal olor o la sequedad, que pueden generar sentimientos negativos como la vergüenza, el pudor o la ausencia de ganas de mantener una relación sexual.
Por lo que estos pensamientos deben de ser tratados por un profesional que reconduzca el deseo de la pareja».
Anticonceptivos
En todo caso, la experta también añade que «sí la infección ya se ha producido se recomienda usar anticonceptivos de barrera, preservativos, y parches de látex en caso de cunnilingus en todas las relaciones sexuales, mientras dure el tratamiento y hasta la cura total
. Asimismo, afirma que «si se llevan a cabo estas recomendaciones las relaciones sexuales podrán ser placenteras y, sobre todo, sanas.
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