El grupo disidente desafiará las nuevas restricciones impuestas por el gobierno de Cuba y se manifestará en contra de las permanentes violaciones a los DDHH del régimen.
Según Berta Soler, una de las líderes del grupo, la Seguridad del Estado les informó recientemente que deben solicitar permiso con 72 horas de antelación para realizar sus habituales caminatas de los domingos por una avenida de La Habana. Pero la disidente dijo que no lo harán.
"Esto no nos va a frenar. No tenemos miedo, no estamos haciendo nada indebido", dijo Soler, esposa del disidente Angel Moya condenado a 20 años de cárcel por traición. "Nadie nos va a parar. Que nos maten, que nos lleven presas, pero vamos a continuar esta lucha pacífica cueste lo que cueste", agregó en una entrevista telefónica con Reuters.
Las Damas de Blanco, esposas y madres de 75 disidentes presos en el 2003, llevan siete años marchando en silencio por una calle tras asistir a misa los domingos. Las nuevas reglas, que limitan el recorrido de las marchas a unos 500 metros y también el tamaño de la procesión, representan un cambio en la política hasta ahora no escrita de tolerar sus caminatas.
"En cualquier país, si usted se lanza para la calle, usted tiene que tener un permiso de manifestación. En Estados Unidos, en Europa, en cualquier país", dijo el jueves el director del diario oficial Granma, Lázaro Barredo, en la televisión estatal.
Las limitaciones llegan en momentos en que Cuba denuncia una campaña internacional contra su sistema comunista centrada en los derechos humanos. Estados Unidos y varios gobiernos de Europa han criticado a Cuba tras la muerte en febrero del preso político Orlando Zapata tras 85 días en huelga de hambre para exigir mejores condiciones de detención.
Cuba sostiene que los disidentes son mercenarios a sueldo de Estados Unidos. El presidente Raúl Castro advirtió que no cederá a chantajes de sus enemigos. El mandatario estadounidense, Barack Obama, criticó el acoso al que fueron sometidas en marzo las Damas de Blanco por parte de simpatizantes del Gobierno durante varias marchas para conmemorar el séptimo aniversario del arresto de sus familiares.
Las Damas de Blanco dijeron que el domingo pasado agentes de la Seguridad del Estado les impidieron caminar después de misa y fueron obligadas a subir a un autobús y llevadas a sus casas. Fuente: Reuters
Según Berta Soler, una de las líderes del grupo, la Seguridad del Estado les informó recientemente que deben solicitar permiso con 72 horas de antelación para realizar sus habituales caminatas de los domingos por una avenida de La Habana. Pero la disidente dijo que no lo harán.
"Esto no nos va a frenar. No tenemos miedo, no estamos haciendo nada indebido", dijo Soler, esposa del disidente Angel Moya condenado a 20 años de cárcel por traición. "Nadie nos va a parar. Que nos maten, que nos lleven presas, pero vamos a continuar esta lucha pacífica cueste lo que cueste", agregó en una entrevista telefónica con Reuters.
Las Damas de Blanco, esposas y madres de 75 disidentes presos en el 2003, llevan siete años marchando en silencio por una calle tras asistir a misa los domingos. Las nuevas reglas, que limitan el recorrido de las marchas a unos 500 metros y también el tamaño de la procesión, representan un cambio en la política hasta ahora no escrita de tolerar sus caminatas.
"En cualquier país, si usted se lanza para la calle, usted tiene que tener un permiso de manifestación. En Estados Unidos, en Europa, en cualquier país", dijo el jueves el director del diario oficial Granma, Lázaro Barredo, en la televisión estatal.
Las limitaciones llegan en momentos en que Cuba denuncia una campaña internacional contra su sistema comunista centrada en los derechos humanos. Estados Unidos y varios gobiernos de Europa han criticado a Cuba tras la muerte en febrero del preso político Orlando Zapata tras 85 días en huelga de hambre para exigir mejores condiciones de detención.
Cuba sostiene que los disidentes son mercenarios a sueldo de Estados Unidos. El presidente Raúl Castro advirtió que no cederá a chantajes de sus enemigos. El mandatario estadounidense, Barack Obama, criticó el acoso al que fueron sometidas en marzo las Damas de Blanco por parte de simpatizantes del Gobierno durante varias marchas para conmemorar el séptimo aniversario del arresto de sus familiares.
Las Damas de Blanco dijeron que el domingo pasado agentes de la Seguridad del Estado les impidieron caminar después de misa y fueron obligadas a subir a un autobús y llevadas a sus casas. Fuente: Reuters
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